viernes, 3 de septiembre de 2010

Capítulo 7

Los planes

El humo de los cigarrillos empezaba a molestarle ya, al fondo un viejo karaoke sonaba con canciones que desconocía y un par de hombres, ya afectados por el alcohol, cantaban desafinadamente una triste canción. Junior se revolvió en su asiento, estaba cansado de esperar, a decir verdad le molestaba esperar por tanto tiempo, aunque se preguntó por qué demonios no se había acostumbrado ya, siempre le hacían lo mismo, le decían un hora, llegaba él, y los demás llegaban dos horas después… cuando llegaban.

Recostó los codos de la mesa y le echó un sorbo al vaso de cerveza que tenía enfrente, estaba amarga, debió haber pedido de otra marca, pero ya que. La puerta del bar se abrió en ese momento, la atmósfera, que permanecía oscura, se iluminó momentáneamente mientras la puerta se abría y se cerraba de nuevo velozmente a través del sistema corredizo electrónico. Presintió que esta vez la puerta se había abierto por él, así que se enderezó sobre su asiento, se bebió lo que quedaba de la cerveza de un buen trago(arrugó un poco la cara, en verdad no tenía buen sabor) y puso un vaso al lado, en cuanto dirigió la mirada al frente vio un par de rostros conocidos.

—Han llegado tarde. —Les dijo Junior simplemente, frente a él habían dos figuras casi disparejas, una era una chica, pequeña, de cabello largo y delgada, el otro, un joven delgado y alto, de aspecto un poco desaliñado y cabello largo también.

—Nunca pusiste una hora en específico. —Dijo la chica mientras pedía unas bebidas para todos al camarero que se había acercado hasta ellos.

—Sabía que había olvidado algo… —Comentó Junior, como si darle importancia a la cosa.— ¿Ustedes dos son los únicos que se acercarán por acá el día de hoy?

—Si, a decir verdad sólo nosotros dos. —Dijo la chica, puso su bolso sobre la mesa y sacó una pequeña computadora de mano, era de última tecnología, pantalla y teclado holográficos, y exploración en tercera dimensión, sólo era un pequeño cilindro de metal que colocó en la mesa y que al apretar un botón desplegó la pantalla holográfica en el aire.– En cuanto me avisaste apenas y me dio tiempo de reunirte una tripulación decente, y sólo me dio chance de traer a Winer.

—Eso es porque siempre anda contigo. —Le dijo Junior socarronamente.— Podrías cambiar de goma de mascar, ¿Sabes?

—No, a decir verdad esta me gusta mucho. —Replicó la chica sin desconcentrarse de su computadora, con los dedos iba apartando pequeñas pantallas luminosas en busca de un archivo en específico.— ¡Diablos! Sé que lo dejé por aquí, le cambié el nombre para no tener problemas y lo cifré, pero no recuerdo en dónde demonios lo puse.

—Oigan, yo estoy aquí. —Dijo Winer, mirando a ambos chicos.— Dejen de hablar como si no estuviera. Y tú podrías al menos hacer el intento de saludar.

—¡Ha, perdón! —Dijo Junio, poniendo un tono sarcasmo en su voz.— ¡Hola Winer, Hola Frost, olvidaba que los había visto hoy en la mañana también!

—Bueno, como sea, no importa. —Interrumpió Frost, estaba mirando con mucho interés una de las pequeñas pantallas flotantes.— Creo que ya he encontrado el archivo, pero esperemos que se convierta a un formato inteligible para un ser humano, está cifrado.

—Yo ya conseguí una nave. —Dijo Junior, y sacó unos papeles de su bolsillo y un par de fotografías, en ese momento se acercó el mesero y trajo tres tasas de café, esperó a que el mesero se fuera para poder continuar con la conversación, tomó la taza de café, le dio un sorbo y extendió nuevamente la información sobre la mesa.— Yo no poseo tecnología de última moda, como tu, me he tenido que andar con esto a la antigua. —Junior dio otro sorbo a la taza de café y la alzó en dirección a Frost.— ¿Pediste café?

—Si cuando lo probaste estaba amargo y se veía de color negro, entonces es probable que te hubiera café en esa taza. —Respondió Frost burlonamente, y luego puso cara de desconcertada al preguntar:— ¿Por qué? ¿Te dieron otra cosa?

—Payasa… —Le replicó Junior.

—Es que yo quería un capuccino. —Comentó Frost, con un tono de voz inocente.— Y el mío sabe a capuccino, no sé el tuyo.

—En fin —Continuó Junior, ignorando el comentario de Frost.— Conseguí una nave, la misión es sumamente especial y posiblemente se los contrate por un buen tiempo. Piden a personas altamente calificadas, por eso pensé en ti, tienes contactos mejores que los míos.

—¿Piden? —Preguntó Winer, quien no había probado nada de café.— ¿Quiénes las piden?

—Es un “grupo especial.” —Dijo Junior, mirando a Winer.— Es una especie de compañía, pero descuiden, no escatiman en costos o pagos, todos recibiremos lo que nos prometan. La nave es de lo mejor que hayan visto nunca, no obstante, estamos escasos de personal, si bien la nave posee su propio equipo de ingenieros que viajaran con nosotros durante las misiones, necesitamos personal calificado para trabajar en condiciones especiales y con experiencia.

—¿A qué te refieres con condiciones especiales? —Preguntó Winer, aunque Junior sospechaba que este ya conocía la respuesta, no obstante igual se la dio.

—Combate, situaciones bajo presión, infiltración. —Respondió Junior.— Necesitamos a un capitán sobre el puente de mando y a un estratega, al capitán ya lo tengo, pero no he dado con ningún estratega aún. Conseguir que Toro aceptara el puesto de Capitán ha sido demasiado ya.

—¿Toro? ¿Es él? —Preguntó Frost con cara de incredulidad.— Ah, está bien, seguro nos matamos todos en la primera misión, si es que no nos mata en los preparativos.

—Tu, serás la jefa de los operadores. —Le dijo Junior a Frost en el Acto.

—¿Yo? —Preguntó sorprendida, tomada por sorpresa.

—Así es, eres la mejor programadora que conozco por este lado del sistema. —Le dijo Junior.— Además, eres una hacker, la mejor, eres tan buena que ni siquiera han sospechado de ti.

—Eso es otro asunto. —Dijo Frost, y luego dio vuelta a la pantalla luminosa de su computador.— Agradezco que me nombres como jefa de los operadores, más vale que tengan un buen personal. Ahora te mostraré esto.

—¿Qué tienes allí? —Preguntó Junior, inclinándose sobre la mesa y mirando detenidamente los archivos mostrados en las pantallas holográficas.

—Son los expedientes de tu posible tripulación. —Respondió Frost, dando un sorbo a su taza de café, que ya iba por la mitad, aunque Junior no se percató en qué momento llegó hasta allí.— Verás, no me distes muchos datos, no sé qué haremos exactamente, y no sé quiénes son exactamente los que están detrás, por lo que me explicaste, necesitas gente con experiencia en negocios “grises”, doble caras si es posible, o gente que no aparezca en el sistema. Esa que tienes allí es una lista de los posibles candidatos y sus expedientes, y también cómo contactar con ellos. Yo acepto, evidentemente, el trabajo, y esa lista es la prueba. Sólo pido una cosa.

—Está bien. —Dijo Junior.— ¿Cuál es?

—Quiero partir yo misma hacia Ceres mañana, con Winer. —Dijo Frost, Junior le miró asombrado, pero no tuvo oportunidad de replicar, Frost no le dejó.— Quiero ver primero que nadie y con mis propios ojos a esa nave que llaman el Arca del Diablo.

Por un momento Junior se quedó en silencio, sin saber cómo reaccionar, le miraba incrédulo, incapaz de creer las palabras que acababa de escuchar.

—¿Cómo tuviste acceso a esa información? —Le preguntó atónito, estaba confundido, ¿La había sacado de él acaso? No, se había estado cuidando muy bien, de hecho llevar todos esos papeles encima era una precaución, los papeles no son leídos por las computadoras, él no usaba ninguna, se había estado cuidando de que no siguieran su rastro gracias a eso.

—Tú mismo lo has dicho. —Le respondió Frost con una torcida sonrisa macabra.— Soy la mejor Hacker que encontrarás en este lado del sistema solar.

Bueno, he aquí el cap 7, ya hemos pasado la mitad de la temporada, Frost, sé feliz!!!

2 comentarios:

Nemo dijo...

Vaya vaya!, excelente, muy bien narrado, nuevos personajes de revelan y sobre todo se empieza a nombrar el arco del diablo :)

medicineasart dijo...

Sarcástica y nada modesta, así es exactamente ella, haha. Me encanta.