martes, 31 de agosto de 2010

Capítulo 6

Revelación

Había pasado casi un día completo, Gabriela aún pensaba en el desconocido que había encontrado en el parque, no había comentado nada, ni siquiera a Evelin, su compañera de departamento, le había impresionado bastante, cosas como esas eran raras en las colonias del sistema solar exterior. De pronto decidió que era mejor no preocuparse tanto, debía distraer su mente, eso sería lo mejor, se fue a la cocina y tomó un poco de agua, quizás se diera un baño caliente para sentirse mejor, para relajarse, y estaba a punto de hacerlo cuando notó que una sombra pasó por la ventana. Eso le extrañó mucho, ella vivía en el 8vo piso. Se detuvo a medio camino, en ese momento alguien tocó la puerta.

—¡Ya voy! —Respondió la voz de Evelyn.

—¡No abras! —Dijo Gabriela, pero ya era demasiado tarde, solo llegó a tiempo para ver como Evelin abría la puerta y pudo observar, ante ella, de pie, al mismo hombre que estaba en el parque aquella vez, seguía igual de sucio y con las mismas manchas de sangre, la misma herida en la cabeza.

—Por favor… —Dijo.— Disculpe que irrumpa así, pero necesito su ayuda.

Evelin no supo que responder, sólo se quedó mirando al hombre mientras se cubría la boca con las manos, contemplando sus heridas, no le cabía duda que necesitaba ayuda. Gabriela llegó hasta la puerta.

—¿Qué es lo que viniste a buscar? —Dijo con dura voz.— Evelin, aléjate de aquí.

—¡Por favor, escúchame, te juro que no te haré daño! —Respondió el muchacho, haciendo un ademán, no obstante moverse le costó un poco y terminó por desequilibrarse, tuvo que apoyarse en el marco de la puerta para no caer.— Tengo cosas que debo decirte a ti.

Gabriela le miró y se lo pensó. Alguien en ese estado tampoco podría hacerle precisamente mucho daño. Minutos después estaba dentro de la casa, sentado en uno de los muebles del recibidor, tomando un vaso con agua, no hablaba mucho, se veía muy cansado, y en verdad debía estarlo, les comentó que tenía ya dos días huyendo, le perseguían, no precisamente el gobierno, sino alguien más, algo mucho más peligroso aún.

—Mi nombre es Gabriel, aunque suelen decirme Fenyx. —Dijo, hablando pausadamente.— Dudo mucho que me crean, las historias de espías y de agentes encubiertos son difíciles de creer, todos lo consideran como cosa de ficción.

—¿Eres agente secreto? —Preguntó Gabriela, con una nota de seria duda en su voz, y mirándolo como si se preocupara por su salud mental, aparte de su salud física.

—Llámalo como quieras. —Respondió él.— Sólo soy alguien que realiza un trabajo encubierto, pero ya desde hace rato que no tiene mucha gracia guardar el secreto.

—¿Ah no? —Respondió Gabriela, burlonamente, no era su intención meterse con él, pero no lograba evitarlo.— ¿Y por qué no?

—Bueno, es que me han descubierto. —Explicó él, sin prestar atención al tono de voz y a las palabras de su interlocutora, la verdad es que Gabriela notó que el hablaba con una concentración asombrosa, en sus ojos observaba que el ya no estaba en esa habitación, comenzaba a perderse en su mente, sintió algo de miedo, pero la sola imagen del joven le resultaba lastimera, debía llevar mas de dos días sin probar bocado siquiera.— Fue hace 3 días, yo y mi compañera estábamos sobre la pista, finalmente estábamos sobre algo, llevábamos meses investigando, tratando de infiltrarnos más a fondo en esta maraña de misterios.

”Ella se hizo pasar por contratista, no de construcciones ni nada de eso, contratista de armamento, de tráfico, supimos que necesitaban armas, ella se hizo pasar por el contacto y utilizamos uno de mis nombres, de mis identidades para falsificar el proveedor, conseguimos unas pocas armas e hicimos la transacción, así fue como logré infiltrarme, fue así como nos hicimos una idea de que algo se planeaba, no éramos los únicos que les estábamos vendiendo armas.

—¿Armas? —Dijo Gabriela, intentando comprender lo que le decían.— No te entiendo bien, ¿Quién las compraba? ¿Y para qué? No hay señales siquiera de que vaya a estallar una guerra, hace años que no hay combates ni nada así.

—En eso te equivocas. —Dijo Fényx, mirando fijamente a la joven.— En Neptuno hay un fuerte conflicto, pero no ha llegado aún a las armas, claro, pero hay muchos choques de intereses en esa república. Nosotros también tratamos de averiguar qué es lo que va a acontecer, qué se está planeando, ya sabemos que es grande, pero necesitábamos saber cuál era el móvil, y estábamos a punto de descubrirlo cuando nos detectaron.

”No sabemos quién lo hizo, nos cuidábamos muy bien las espaldas, y estoy completamente seguro que tiene que haber sido alguien de dentro, alguien quizás nos haya traicionado, o le hubieron atrapado y le hicieron cantar, ¡yo que sé!, el punto es que dieron con nosotros, me buscaron a mi primero y tuve que huir, ¡no pude contactar con Junius!

—¿Junius? —Interrogó Gabriela al escuchar el nombre.— ¿No es ese el nombre de una de las ciudades de Europa, en Saturno?

—En efecto ese es. —Aclaró Fényx, dio otro sorbo a su vaso de agua y continuó hablando, sin importarle mucho que Gabriela le entendiera poco, a decir verdad necesitaba desahogarse.— Pero es el nombre clave de mi compañera aquí, no nos tratamos con nuestros verdaderos nombres, todos los que usamos sólo son identidades falsas.

”Pero no logré contactarla a tiempo, ni siquiera localizarla, y creo que eso fue lo mejor, me persiguieron sin tregua, y varias veces estuvieron a punto de atraparme y tuve que luchar para defenderme, me persiguieron desde el Complejo 1-A hasta el 7-B sin que pudiera quitármelos de encima, ni siquiera la policía pudo alcanzarnos, no me sorprendería que la gente no estuviera sospechando algunas cosas ya. Eso fue hace 4 días, desde entonces he estado moviéndome constantemente a lo largo de las estaciones de Andrómeda, sólo así no podrían dar conmigo.

—No entiendo… —Dijo Gabriela, analizando la historia, no es que se la estuviera creyendo, pero el joven que tenía enfrente no parecía para nada un lunático en su forma de hablar, y su relato coincidía con las noticias que se habían dado de disparos y sucesos extraños los últimos días.— ¿Por qué no has intentado contactar desde entonces? Llamadas, correos, algo así.

—No puedo. —Respondió Fényx llanamente, cambió de posición en su asiento recostándose del respaldo del sillón.— Todas las comunicaciones están intervenidas a todos los niveles de la Federación, y no dispongo de equipos electromagnéticos de tercer nivel para contactar directamente con Prometeo. —Se quedó un momento en silencio, mirando el techo blanco, luego miró a Gabriela y dijo:— Debo irme de este lugar, no puedo quedarme más tiempo o llegarán hasta aquí.

—Oye, deberías cambiarte de atuendo, revisarte esas heridas o algo… —Le sugirió Gabriela, poniéndose de pie y recogiendo el vaso de agua.— Si vas a huir de la justicia, conviene ir con un aspecto menos sospechoso, ¿No crees?

Fényx sonrió, un gesto extraño le pareció a ella, parecía que el joven no estaba muy habituado a hacerlo, sus labios se tensaron nerviosamente con dificultad bajo la presión de sus mejillas, se puso de pie y caminó hacia la puerta.

—Agradezco la oferta. —Dijo cortésmente, al tiempo que se daba la vuelta para mirarle de frente.— Pero ya creo que has tomado más riesgos de los que eres capaz de imaginar. Necesitaba decir esto, soltar esto, no espero que me creas, y posiblemente no vuelvas a saber de mi nunca más en tu vida, pero ya debo irme, si permanezco un minuto más por aquí, habré firmado tu sentencia de muerte.

La frase fue acompañada con otra nueva y extraña media sonrisa, tensa y casi falsa, se dio media vuelta de nuevo y estaba a punto de presionar el seguro electrónico de pulso que habría la puerta cuando notó algo extraño. Sus músculos se tensaron, se volvió de nuevo hacia la salita, al otro extremo de la habitación había una ventana que daba al patio interno del edificio.

Fényx miró fijamente a la ventana, Gabriela se dio media vuelta y miró tras de sí, preguntándose por qué ese cambio de actitud tan extraño.

—¿El vidrio de esa ventana estaba roto cuando llegué? —Preguntó Fényx con voz tensa.

—¿Roto? —Dijo Gabriela extrañada al tiempo que miraba hacia atrás, y en efecto, en un lado de la ventana, había un pequeño agujero rodeado de pequeñas y minúsculas grietas que crecían desde él.— ¡No puede ser! Eso no estaba así, ¿Desde cuándo ha…?

—Desde hace un par de minutos. —Dijo Fényx, de entre sus sucias ropas sacó una navaja.— Me han seguido. Saben que estoy aquí.

—¿Qué? —Replicó Gabriela, confundida.

—Es tarde para huir, ya están aquí… —Fue todo lo que dijo Fényx.

Bueno, este me salió un poco más largo que de costumbre, disculpen por los problemas en el formato, no he podido arreglarlos ni con el HTML

jueves, 26 de agosto de 2010

Capítulo 5

El Escape. Sorpresa.

La primera cosa que sorprendió a Robert cuando volvió fue que la habitación estaba vacía, completamente vacía, lo segundo fue todo estaba perfectamente cerrado desde fuera y recordó que incluso a él le había costado salir. Dio la alarma inmediatamente e inició el rastreo, Greisy se había ido a su casa hacía un par de horas, cansada de intentar sacarle algo ella misma a la prisionera que acababa de escapar, así que ahora todo en el departamento corría por su cuenta, salió al pasillo de nuevo y siguiéndolo ascendió al piso superior, allí se hallaban las salas de control del puerto en que se hallaban(puerto 7 de las colonias de Ganimedes).

—¡Inspeccionen todo el edificio, no debe andar muy lejos, que sellen todas las salidas del puerto espacial y especialmente el embarcadero! —Ordenó imperante al aparecer en la puerta, todos los presentes voltearon instantáneamente a verle, al parecer no todos se habían percatado de lo que ocurría.— ¿Qué están esperando? ¡Muévanse! Tenemos una fuga, alguien intenta escaparse de nosotros ¡No lo permitiremos!

Fue como una ola, de pronto todos estaban moviéndose, se escuchaban furiosos dedos tecleando, conversaciones en distintos niveles de voz y todas muy agitadas, las pantallas de luz se desplegaban en el aire mostrando mapas del complejo, videos en tiempo real de regiones y calles del puerto espacial.

—¡Quiero las grabaciones de las adyacencias del edificio de las últimas dos horas! —Demandó Robert, caminando entre los escritorios y viendo pasar la gente de un lado a otro, repartiendo tareas al primero que veía.— ¡Tú, ven aquí! Tú estarás a cargo de esas grabaciones, ¿Entendido? la vas a rastrear, la buscarás en ellas, quiero saber por dónde ha estado, por dónde ha salido. ¡No es posible que se nos haya escapado de las manos teniéndola aquí frente a las narices!

Pero así era, y en efecto, Marilyn se sentía muy satisfecha de sí misma, vaya que los había fastidiado, se burló de ellos y de su seguridad justo “frente a sus narices”, en ese momento circulaba ya en una nave saliendo del 7mo puerto espacial. Él tráfico entre las colonias de la federación era muy fluido, y aunque en ese momento Saturno y Júpiter estaban muy lejos el uno del otro(por lo que los viajes hacia Titán estaban algo limitados), podía no obstante tomar un transporte rápido hacia Andrómeda, algo caros, pero efectivos. A fin de cuentas eso no lo pagaba con su dinero, era parte del dinero de la misión que debía efectuar.

—Definitivamente los de la federación son patéticos… —Murmuró para sí, mientras tomaba asiento en el transbordador que le trasladaría, en cuestión de 38 horas, a la estación espacial Andrómeda, la colonia espacial artificial más importante del sistema solar exterior. El transbordador estaba despegando ya, había pedido una suit privada que alguien había reservado para ella unas horas antes, no habían tenido problemas con eso, rara vez ese transbordador zarpaba lleno. Mientras despegaba observó por la ventana, abajo en el hangar unos hombres intentaban detener la salida de la nave, pero ya era tarde, una vez iniciado el sistema no se detenía hasta llegar al destino previsto. Marilyn sonrió para sí.— Nunca pensé que yo fuera capaz de decir esto, pero… ¡Adoro mi trabajo!

Se recostó en su asiento, notó inmediatamente que había una extraña protuberancia en él, al darse vuelta observó que habían colocado algo dentro del asiento, sacó una pequeña navaja que siempre tenía prudentemente escondida y, rompiendo la tela sintética del asiento, extrajo una pequeña caja plástica.

—Así que este es el contenido de la nueva misión… —Se dijo, luego abrió la caja y extrajo un teléfono, marcó un numero que se sabía de memoria y esperó el tono, acto seguido dijo una única frase:— Misión dos completada con éxito. Esperaré ordenes en Andrómeda.

Los estudios de arte no siempre resultan tan divertidos, aún cuando sea lo que más te guste, y no es cosa de las materias, sino de los miserables profesores, del sistema en sí. Claro, Lorenzo hace rato que había entendido eso, había dejado de asistir a clases desde hace mucho, no hacían mas que frenarle su aprendizaje, su desarrollo, así que sólo iba los días de exámenes(y eso sólo porque era un requisito obligatorio para poder graduarse). Paralelamente a eso, había ido desarrollando habilidades especiales en lo que respectaba a las peleas, parecía que era un imán para atraerlas, y rara vez perdía una, así que un día había entrado a la selección de artes marciales con el deseo de aprenderlas, y trajo a los entrenadores de cabeza cuando les dijo que él no iba a competir en la semifinal, que sólo quería aprenderlas(cosa que los entrenadores no entendían para nada, sobre todo viniendo del segundo mejor alumno que tenían en toda la selección).

Lorenzo tomó un taxi, acababa de salir de la tienda, había caminado un par de cuadras alejándose de ella y tomó el taxi para ir al otro extremo del pueblo, de pronto para él las calles se veían tan poco importantes, esas calles que le habían entretenido los últimos años, recordó la esquina en donde se había despertado una mañana sin saber cómo llegó o de dónde venía, y con el vago recuerdo de haber bebido mucho la noche anterior, se preguntaba cómo podía haber sido él aquella persona tan ingenuamente preocupado por tonterías como las calificaciones o el costo del pasaje. Finalmente el auto le dejó en una zona al descampo.

Había estado planeando eso por mucho tiempo, lo que había comprado en aquella tienda eran armas: un par de armas de fuego, balas, una navaja, un buen cuchillo, los tenía guardado en su mochila. Era hora de empezar a aprender a usarlos, quizás los necesitaría más pronto de lo esperado. Caminó aproximadamente un kilómetro, desviándose progresivamente del camino; a lo lejos, a unos 500 metros, notó que había alguien que caminaba por la carretera, él aún no llegaba al montículo más cercano, coronado por un pequeño bosque de altos árboles, así que no podía ocultarse.

Se iban acerando, Lorenzo procuró alejarse más del camino, pronto reconoció a la figura de una chica, era pequeña de estatura, le resultaba un poco familiar, pero ya estaba bastante lejos del camino como para distinguirla. Sin embargo ella sí que le saludó con la mano, el respondió por cortesía, preguntándose quién sería. Afortunadamente la chica no se detuvo ni le llamó, él pronto alcanzó el montículo y se perdió entre los árboles, bajando del otro lado, a más de kilometro y medio de la carretera, tenía una pequeña cabaña que había construido hacía un par de años por uno de esos extraños impulsos que tenía de desaparecer sin que nadie supiera en dónde estaba metido.

La chica por su lado siguió caminando, era Paola, un extraño pensamiento le cruzó por la mente.

—Vaya, quién lo diría… así que para eso la usa. —Se dijo en voz alta, mientras caminaba de regreso a su casa. Un auto pasó a su lado, fugazmente Paola pudo ver a través del parabrisas un rostro ligeramente conocido, cabello largo, tez morena.— Y el pobre cree que lo hace sólo y por su cuenta.

El hombre que pasó en el auto observó a la chica que caminaba, el rostro le resultó vagamente familiar, se preguntó en donde diablos se había metido el chico de la mochila, lo vio tomar hacia el descampo por la derecha, pero no supo en dónde se metió.

—¡Diablos! Lo volví a extraviar. —Exclamó Junior, golpeando el volante, pisó el acelerador y se marchó.— Es hora de formar la tripulación, te lo has perdido, tendré que irme sin ti.

lunes, 23 de agosto de 2010

Capítulo 4

El fugitivo

Estación Espacial 4, Colonias Espaciales de Andrómeda.

Lo primero que Gabriela notó fue que el hombre estaba sangrando, lo segundo fue que ella estaba sola en el parque, se asustó, miro hacia los lados y de verdad no parecía haber nadie en un buen radio de distancia. Había estado paseando sólo para distraerse un poco, relajarse, y sin querer había ido a parar hasta allí, luego observó que había alguien que parecía dormir en un banco, estaba sucio, parecía que se había revolcado en la basura, al acercarse y pasar a su lado lo notó: el hombre estaba herido.

Gabriela se acercó rápidamente hacia él, intentó despertarlo, pero parecía inconsciente, no reaccionaba al moverlo, pero al menos respiraba, tenía un gran golpe en la cabeza y una herida en un costado bastante fea, pero que parecía que el hombre mismo la había tratado previamente, o al menos eso había intentado. Hizo lo único que podía hacer, ir a buscar agua y pensar en la forma de llevarlo a casa o a algún hospital. Vivía por aquel entonces con Evelin, una de sus amigas, entre las dos se las apañaban para correr con los gastos del apartamento en donde vivían, la vivienda es un asunto muy serio en las colonias espaciales, aunque de vez en cuando Gaby recibía ayuda de su familia para mantenerse allí.

No vivía cerca del parque, y tardó un poco en conseguir agua pero cuando volvió el hombre aún seguía allí, como se imaginaba, se alegró de que aún respirara, buscó entre sus cosas su teléfono, para tratar de contactar con el hospital, ya lo había conseguido y estaba apunto de realizar la llamada cuando sintió que alguien sujetaba el brazo con que sostenía el teléfono, levantó la mirada y se asustó al ver al hombre incorporado en la silla, apretaba fuertemente su brazo, le miraba fijamente y con una expresión siniestra en el rostro, Gabriela se asustó esta vez más, maldijo su tino de no haber llamado antes.

—¡No lo hagas! —Dijo con voz seca, visto su rostro de cerca se notaba que era muy joven, los cabellos desordenados estaban pegados con lo que parecía ser sangre, su propia sangre que había manado de la herida en la cabeza.— ¡No llames!... por favor.

—¡Suéltame! —Fue lo único que atinó a decir Gabriela, intentando zafarse aún del fuerte apretón.

—No te haré daño… —Dijo el joven, Gabriela notó que las manos le temblaban, pero aún así no la soltaba.— No grites, y por favor, no llames a ningún lado… ni hospitales, ni policías… por favor…

Ambos se miraban largamente, meditando cada uno en lo que tendría en mente el otro. Gabriela examinó su rostro, los ojos rojos, la cara manchada de sangre a un lado, los cabellos desordenados, el extraño atuendo que llevaba, sucio y raído.

—¿Me soltarás si no lo hago? —Preguntó, con un tono de voz un poco más seguro. El joven asintió con la cabeza.— Esta bien, no lo haré, no te preocupes, pero… suéltame.

En poco tiempo Gabriela se encontró con su mano libre de nuevo, tomó una distancia prudente y se quedó mirando al joven.

—Supongo que te debo una disculpa. —Dijo el muchacho.— No debí reaccionar así, quizás sólo querías ayudar.

—¡En efecto eso iba a hacer! —Respondió Gabriela, comenzaba a sentirse indignada, pero siguió manteniendo la distancia prudente, sopesando que le daba oportunidad de correr un buen tramo hasta que se topara con alguien más.

—No pueden localizarme, no deben hacerlo. —Dijo el muchacho, se veía preocupado, en ese momento examinaba la herida de su cabeza con la mano, palpándola con los dedos.— Ahora recuerdo esto, y vaya que dolió.

—¿Por qué estás aquí? —Le dijo Gabriela, aún un poco desconcertada.— Tenías que haber ido a un hospital. ¿La herida del costado la trataste tu mismo?

—Sí, yo mismo. —Respondió el muchacho.— No entiendes, no puedo ir a un hospital, me encontrarán, sabrán que estoy allí y me matarán.

Gabriela comenzaba a asustarse, ya de por si la violencia no era una situación muy común en las colonias espaciales, no en las que estaban flotando en las grandes órbitas espaciales, quizás en las colonias situadas en los satélites o en los planetas lo fueran, pero no allí, mucho menos allí en la colonia de Andrómeda, que tenía fama de ser una de las más pacíficas de todo el sistema.

Gabriela huyó, salió corriendo. El joven no se esperaba menos. Se puso en pié y siguió su camino, le dolía terriblemente la herida del costado, pero sólo una cosa le preocupaba terriblemente: cómo salir de la colonia de Andrómeda.

viernes, 20 de agosto de 2010

Capítulo 3

Despertando, planes desconocidos

El reloj despertador se accionó, su penetrante sonido le hería en los oídos, sobre todo a esas horas en que él quería seguir durmiendo. Le costó mucho acostumbrarse a la distribución de los períodos de sueño dentro del planeta tierra, pero finalmente lo había logrado, habiendo nacido en las colonias del sistema exterior era muy difícil acostumbrarse a la vida en condiciones terrestres, pero creía que finalmente lo estaba logrando. Contrario a lo que se había imaginado en un principio, la tierra ya no estaba tan superpoblada como antes, la colonización del sistema solar y las múltiples guerras habían mantenido el numero de la población mundial en no mayor a unos 11.000 millones de personas, por lo que aún quedaban grandes regiones del planeta sin llenarse completamente. El cielo aún seguía siendo azul, y ese era uno de sus sueños, conocer y ver con sus propios ojos el legendario cielo azul del que tanto hablaban todos.

Finalmente se había acostumbrado a la gravedad terrestre, tardó un poco en adquirir la condición física necesaria, pero al cabo de un tiempo lo logró y en menos de lo que la mayoría esperaban, el provenía de Europa, en Júpiter, y allí las condiciones gravitacionales eran parecidas a las de la tierra, Europa era relativamente menor.

El sonido del despertador seguía hiriéndole los oídos, sentía que su cuerpo estaba atado a la cama, a duras penas logró mover un brazo, buscando con sus manos el botón del condenado aparato que estaba en la mesita junto a él, no lo encontraba. Ya malhumorado y sin mucho que pudiera hacer, Deibys se levantó, estaba empezando a perder el sueño, se frotó los ojos con el dorso de la mano y puso los pies en el piso, caminó hasta la ventana y abrió las persianas, pero momentos después se arrepintió, la claridad le hería más que el sonido del reloj, al que por cierto al fin había divisado y se dirigió a detener el terrible sonido.

Descendió hasta la cocina y decidió preparar algo de comer, debía admitir que la comida en la tierra tenía ciertamente un mejor sabor que la que estaba acostumbrado a comer en el espacio, pero aún no se acostumbraba al sabor del agua, resultaba demasiado dulce para su gusto, pero faltaban más de 3 años para regresar al espacio, así que convenía ir tomando la costumbre. En el refrigerador no tenía mucho, pero había harina de trigo para preparar las legendarias panquecas, un plato que según se decía tenia casi un milenio de antigüedad, al igual que el pan. Revisó en el computador de la casa, tenía unos cuantos mensajes, nada interesante comprobó al revisar la lista de remitentes.

—Nunca envían nada que valga la pena leer. —Comentó con voz pastosa, aún había un dejo de sueño en sus movimientos cansados. De pronto notó uno de Paola, una de sus compañeras de estudio(estaba en la tierra para asistir a la universidad). Lo abrió, era un mensaje de audio.

—¡Hola Deibys, buenos días! —Se dejó escuchar la voz de una joven por el parlante mientras el monitor mostraba una imagen de la chica.— Recuerda que hoy debemos ir a la clase de diseño y tenemos tarea pendiente, es después de mediodía, no te vayas a quedar dormido como siempre, pasaré por ti a eso de las 10, ¿Está bien? ¡Nos vemos!

Deibys miró el reloj.

—¡Las 10 ya! —Exclamó al ver la hora. Salió corriendo al baño, luego descartó la idea y decidió ir hacia su cuarto, y estaba llegando cuando notó que algo olía a quemado.— ¡Maldición! ¡La comida!

Tomó a toda prisa unos pantalones y regresó corriendo por las escaleras hacia la cocina y casi estaba llegando cuando notó que alguien tocaba la puerta. Una voz femenina sonó por el comunicador.

—¡Deibys! ¿Estás allí? Soy yo, Paola.

—¡Oh, sí, sí estoy, dame un segundo! —Distraído completamente arrojó los pantalones al suelo, apagó la cocina y regresó a toda velocidad a la puerta para abrirla y responder casi sin aliento:— ¡Buenos días! Disculpa el retraso, ¿Cómo estás?

—Este… Bien… —Dijo, con un extraño tono de voz, como de risa contenida. Deibys notó que tras él estaban dos chicas más que le miraban con cara rara.

—¿Qué pasó? —Preguntó él intrigado. Paola señaló sus piernas.

—Estás en ropa interior, tonto. —Dijo, con escaso disimulo, luego como para desviar el tema, preguntó:— ¿No huele como que algo se quema?

—Se quemaba… —Respondió Deibys, y segundos después cerró la puerta.— ¡Permíteme unos segundos!

A varios kilómetros de allí, en la ciudad, un auto se detenía frente a la universidad, la calle estaba algo vacía, no era una región en la que transitaran muchos autos, sobre le medio de la calle se erigía una vía aérea de un tranvía magnético, el complejo universitario era realmente grande, con casi 16 kilómetros cuadrados de edificios, aéreas verdes e instalaciones de estudio, entre otras cosas.

Dos hombres estaban sentados dentro del auto, los vidrios estaban cerrados, desde fuera parecía que esperaran a alguien, pero la verdad sólo conversaban entre sí, uno de ellos se llamaba Lorenzo, el otro Junior, sus rostros apenas eran visibles y difícilmente se lograba distinguir algo.

—¿Cuándo empezarán? —Preguntó Lorenzo, ambos se habían mantenido en silencio todo el trayecto hasta que llegaron a los terrenos de la universidad.

—Aún no lo sabemos. —Respondió Junior, jugaba entre sus manos con un anticuado encendedor de cigarrillos.— Las informaciones de Prometeo se han vuelto confusas, posiblemente se avecine una nueva guerra, una de gran envergadura.

—¿Una nueva guerra? —Repitió Lorenzo confundido.— Pero… ¿Eso no podría interferir con sus planes?

—El alto mando y Prometeo están de acuerdo en que no supondrá un gran cambio. —Dijo Junior.— La organización y el proyecto pueden sobreponerse a la situación con un mínimo de diferencias con respecto a las predicciones originales.

Lorenzo contempló a la gente pasar mientras sopesaba todas las posibilidades, lo que ocurría en ese momento y lo que pudiera ocurrir, estaba a sólo unos meses de salir del planeta tierra rumbo a Ganimedes. Luego preguntó:

—¿Qué tan grande será la guerra?

—Muy grande, quizás involucre a todo el sistema solar exterior. —Respondió Junior.— Escogiste un mal momento, la Federación es muy inestable, y Neptuno es toda una fortaleza, los intereses de las republicas marcianas están en juego.

—¡Y dices que eso no afectará sus planes! —Exclamó Lorenzo exasperado y casi con burla.

—Hemos estado desarrollando nuevas tecnologías basadas en Interferencias Electromagnéticas de tercer grado, diseños efectivos de cañones Gauss, Campos Tesla, cosas así. —Declaró Junior.— ¡Tu no te preocupes, tenemos una carta de triunfo que nos hará insuperables! Creo que debes bajarte aquí, aun tienes cosas que hacer en este antro de la educación.

—¿Y tú que harás? —Preguntó Lorenzo mientras se bajaba.

—Estaré un tiempo en este planeta. —Respondió Junior encendiendo el auto.— Luego regresaré. Si de verdad estás interesado, contáctame, estaremos agradecidos de contar con tus habilidades.

Y acto seguido el auto arrancó apenas Lorenzo cerró la puerta. El joven se quedó pensativo. Siempre pensó que no había lugar para los rebeldes en este mundo, pero comenzaba a cambiar de opinión.

Bueno, bueno, este es el cap de hoy, no me queda mas que decirles que los veré la próxima semana con el cap 4, sinceramente espero que les haya gustado, no me queda más que dejarles el link de descarga del pdf del capítulo y recordarles que espero leer sus comentarios para saber qué debo mejorar y poder ofrecer una mejor calidad! Hasta pronto!!!

Capítulo 3

Fuentes!

Bueno, he sido informado(y mas tarde comprobé por mí mismo) que las fuentes del PDF no funcionan, muy tarde caí en cuenta(tal y como me lo explicó Deibys) que el PDF carga fuentes igual que el Office, y que solo mantiene las que quedan guardadas como imágenes, por lo tanto, no me ha creado de otra que hacerles un pequeño paquete instalador. La plataforma que he usado es el winrar, así que no habrá ninguna clase de problemas, no deben preocuparse. Ustedes sólo bajaran el archivo, le darán doble clic, y en donde dice la ruta del instalador posiblemente no le salga la ruta real, en todo caso le dan en la flechita y buscan esta ruta que debe salir entre las opciones: "C:\WINDOWS\Fonts", una vez que esté listo esto, solo le dan en instalar y ya, el programa extraerá todo en la carpeta de fuentes y quedarán instaladas, sin más que agregar les dejo el link:

lunes, 16 de agosto de 2010

Capítulo 2

La prisionera

Los métodos no habían cambiado en mucho tiempo, pensó la chica, estaba en la típica habitación rodeada de esas ventanas en las que sólo se ve en una dirección(la opuesta a la de ella, pues sólo veía su propio reflejo como si se tratara de un espejo), sentada en una silla con las manos atadas con esposas aún de metal, y con una mesa enfrente en dónde sólo había un vaso con agua, era esa asquerosa agua sintética que fabricaban en Titán, la detestaba, había crecido con las fuentes de agua naturales terrestres cuyo sabor era completamente diferente. Claro, pensó, estaban en el espacio, la fuente de agua terrestre más cercana estaba mas de dos unidades astronómicas (unos 300 millones de kilómetros), convenía no quejarse tanto.

Se movió un poco, le dolía el cuello, y sobre todo la mejilla, le habían dado un buen golpe en un momento en que los hombres que le habían interrogado habían perdido la paciencia. No fue un gesto precisamente amable, pero dada su situación, prefirió no hacer queja alguna, por un momento pensó que podían haberla matado. Todo comenzó cuando el gobierno de la federación dio con ella llegando a Ganimedes, esa fue su perdición.

El interrogatorio había sido largo, afuera, en la habitación contigua, dos personas(un hombre y una mujer) le miraban por la ventana, discutían entre sí, enfrente tenían un tablero de control y unas cuantas pantallas, observaban al mismo tiempo un video en el que se reproducía el interrogatorio.

—Se burló de nosotros, ¡Eso fue un completo descaro! —Dijo uno, sentado en una silla, mirando el video, tenía los brazos cruzados sobre el pecho, enfrente de ellos, entre la pantalla y a un lado del tablero de controles, había un espacio vacío para colocar cosas, tenía docenas de papeles bastante revueltos, vasos vacíos y envolturas de comida vacías, el piso bajo ellos estaba cubierto por una alfombra sobre la que habían dejado caer algunas colillas de cigarros.

—Eso es cierto, pero no es lo que más me preocupa en estos momentos. —Comentó la chica, estaba detrás de él, de pié y mirando también el video.— Está muy tranquila, y eso me extraña, sabe que es culpable, cuando mucho puede ir a prisión por asesinato y evasión de la justicia, pero parece que fuera la menor de sus preocupaciones.

—Está más que claro, Greisy, es una loca. —Dijo el hombre sentado en la silla mientras se volteaba a mirar a Robert.— La interceptamos en un escape desesperado de Andrómeda, al rastrear su ruta encontramos que era una de las presentes en el asesinato de uno de los guardias en servicio de la estación, y para colmo identificada como la sospechoso numero 1 según los videos de seguridad, luego, al examinarla aquí, encontramos rastros del ADN del guardia en sus ropas.

—El ADN se puede obtener de un cabello, un fragmento de piel muerta que cayó en ella al estrecharle la mano. —Respondió Greisy.— Incluso pudo haber caído en ella por casualidad, tú y el resto del equipo están siendo muy paranoicos, Robert.

—¿No leíste el informe? —Respondió Robert.— Encontraron muestras de sangre en sus uñas, y sus huellas dactilares estaban en la navaja, está como para despacharla directo a Ío.

—No sé, me sigue pareciendo que hay algo muy raro en todo esto. —Seguía diciendo Greisy, se paseaba de un lado a otro por la habitación, de vez en cuando echaba ojeadas al video o la chica sentada en la silla, cabizbaja, con las manos esposadas, en la otra habitación, los cabellos le caían por la frente ocultándole el rostro, los tenía bastante desordenados, quizás los del interrogatorio no debieron excederse tanto, eso haría más difícil negociar con ella.— ¿Cómo me dijiste que se llamaba?

—Marilyn, o algo así. —Respondió Robert, revisando entre los papeles desordenados que tenía en la mesa.— No tenemos mucha información acerca de ella, y los de Neptuno ya la están solicitando también, parece que ellos tienen algo.

—Es muy raro. —Dijo simplemente Greisy deteniéndose y leyendo unos papeles que le alargaba Robert.

—Llevas diciendo eso las ultimas dos horas. —Respondió este, empezaba a verse cansado, daba vueltas en círculo en su silla, luego comentó aburrido:— Me hace falta algo de beber.

—Según su historial no pertenece a ningún sitio. —Dijo Greisy, reanudando sus caminatas alrededor de la habitación, siempre mirando las hojas como si las leyera y echando continuos vistazos a la grabación del interrogatorio.— Nació en la región americana del planeta tierra, posteriormente se traslada a las colonias de Minos, que son jurisdicción de Marineris, en Marte, vivió luego unos años en Neptuno y de pronto se traslada a Ganímedes, en Júpiter, de allí desaparece por una larga temporada y reaparece asesinando a un guardia de la Federación de Jupiter-Saturno en Andrómeda, ¡Que es jurisdicción de Neptuno!

—Muy bien, todo eso es muy interesante. —Dijo Robert, poniéndose de pie.— ¿Pero a dónde quieres llegar?

—Ella estaba trabajando para la Federación en el momento en que desapareció en un viaje hacia Marte, alrededor del cinturón de asteroides hace unos años. —Dijo Greisy.— Eso según sus datos, antiguamente había trabajado en Neptuno en las oficinas de la empresa Ptolomys.

—¿Y? Dame una buena razón para seguirte escuchando y no irme a comer por favor. —Dijo Robert impaciente, acercándose a la puerta.

—Esa empresa se encarga de la fabricación y producción de armas. —Dijo Greisy.— ¿No te parece raro que una miembro de una contratista le vendía armas a Neptuno y luego desaparece cuando se supone que trabajaba para nosotros? Cuando finalmente reaparece es para matar a uno de los nuestros en jurisdicción de Neptuno. Hay algo raro aquí.

—¿Alguien quiere inculparla? —Preguntó Robert, entendiendo un poco.

—Quizás sólo sea una especie de… bomba de humo. —Dijo Greisy, aventurando una hipótesis. Este caso es muy amplio.

—Parece trabajo para la Quinta División mas bien. —Bromeó Robert, abriendo la puerta y decidiéndose a salir.— Iré por algo de comer, le traeré algo a la prisionera, creo que debemos tratarla mejor si queremos que nos diga algo.

Y acto seguido cerró la puerta tras de sí. Greisy se quedó pensando, mirando el video, justo en ese momento se veía como le habían dado una gran bofetada que casi la tumbaba de la silla.

—¡Estúpidos! —Dijo entre dientes, y lanzó los papeles sobre la mesa antes de salir.

Bueno muchachos, esto es lo que ha sido el Cap 2, comienza la acción, es decir, a desenvolverse la historia, las ruedas del destino se ponen en marcha, comienzan a crujir sus engranajes, los que leyeron anteriormente la primera versión de la historia ya se harán una idea de por donde viene la cosa xDDDD Bien, espero que les vaya gustando la cosa, no me queda más que dejarles el link de descarga del cap en PDF, ya saben, cualquier cosa me avisan por el chat o por el msn si me ven conectado, o me dejan un comentario por aquí, acá les dejo el link:

Link de descarga:

Capítulo 2

jueves, 12 de agosto de 2010

Capítulo 1

Los primeros pasos, una introducción

La conquista del espacio no fue cosa fácil, no sólo por las limitaciones tecnológicas, sino también pos las limitaciones biológicas, sencillamente el ser humano no estaba capacitado para vivir en el espacio, sólo con el tiempo y el desarrollo a profundidad de la ingeniería genética(que había sufrido muchos tropiezos a lo largo de la historia) se logró corregir a medias algunas de estas dificultades, y pronto se establecieron las primeras colonias espaciales permanentes, los partos en el espacio, que en un principio fueron cosas experimentales y luego accidentales, comenzaron a tornarse cotidianas, comunes, aunque ciertamente eran ligeramente diferentes a los que se producían en tierra. Pronto se suscitaron las diferencias entre los humanos nacidos en el espacio y los nacidos en tierra, puesto que al criarse en el espacio, el desarrollo biológico era sumamente diferente, así, mientras los humanos nacidos en la tierra podían resistir mucho tiempo en las colonias espaciales con pocos inconvenientes(muchos de ellos solucionados con los complejos medicinales adecuados que se suministraban en las unidades médicas de cada estación o colonia espacial), los humanos nacidos en el espacio, en cambio, no podían soportar por mucho tiempo la estadía en la tierra sin sufrir graves complicaciones de salud, esto trajo como consecuencia un mayor desarrollo de la ingeniería genética en cuanto a la manipulación del ser humano, empresa que ya había sido emprendida debido a las necesidades de la vida en el espacio.

Las personas pasaron a clasificarse de acuerdo a su condición genética, algo que parecía un poco más justo que la simple condición racial o las diferencias étnicas que aún imperaban en el planeta tierra, así, una vez que un hijo era concebido, los padres podían optar por hacer las mejores correcciones posibles a su condición genética, disminuyendo riesgos mortales de padecimiento de enfermedades, por ejemplo, y escogiendo en qué cosas se puede mejorar y la posibilidad de desarrollar tales o cuales habilidades, no obstante la manipulación genética enfrentaba ciertos riesgos cuando se pretendía entrar a mayor profundidad y ciertos aspectos físicos(mayor resistencia muscular, cuerpos aptos para soportar condiciones extremas) no podían desarrollarse sin causar mutaciones graves en el individuo o sin alterar considerablemente las condiciones psicológicas del sujeto. El funcionamiento exacto del cerebro seguía siendo un misterio, sobre todo en lo que respecta al nivel genético.

Se tardó casi 3 siglos en llegar hasta ese estadio de desarrollo tecnológico, pero no sin penas o sin altos costos, la historia de la humanidad siguió igual de compleja y embrollada, con sus conflictos pintarrajeados por todo lo largo de los tres siglos transcurridos desde la entrada del tercer milenio. En todo ese tiempo la unificación de la tierra en un único gobierno fue, técnicamente, imposible, a tal punto que en el siglo XXIII existían 3 grandes bloques de poder gobernando el planeta. La competencia tecnológica y la necesidad de recursos impulsaron al desarrollo de las primeras colonias espaciales destinadas a la extracción de minerales y materias primas necesarias para el mantenimiento de la raza, la primera, evidentemente, fue la colonia lunar, la que iría creciendo considerablemente con el tiempo, una colonia que tenía ciertas ventajas con respecto a las otras debido a la cercanía al planeta y a las condiciones especiales de la luna(una de sus caras siempre daba al sol, y por lo tanto la recolección de la energía solar era constante) y que, por lo tanto, se desarrolló rápidamente hasta alcanzar dimensiones descomunales, durante mucho tiempo fue la colonia espacial más grande que hubiera existido.

Pronto siguió la colonia espacial de Minos, generarla fue un problema bastante grande, no obstante, se aprovechó su cercanía a Marte para colocarla en la misma orbita del planeta, su construcción se valió del traslado de varios asteroides y otros cuerpos del cinturón de asteroides, todo con el objetivo de generar una masa lo suficientemente grande como para que la colonia no se desviara de la orbita y se alejara del sistema solar, con todo eso, no se pudo corregir completamente la situación y la instalación tuvo una orbita con inclinación de cerca de 30 grados con respecto al plano orbital del sistema solar. Los asteroides fueron cuidadosamente seleccionados en función de su composición para que constituyeran una fuente de recursos para la economía de la colonia espacial, de esta forma, Minos pasó a ser la segunda colonia espacial de la raza humana.

La colonización de Marte había transcurrido de forma paralela, el planeta ofrecía muchos recursos, por lo que fue la principal motivación de la profundización de la ingeniería genética cuando las primeras colonias se establecieron en el siglo XII, la era de la expansión espacial finalmente había comenzado. Se desarrolló la estación espacial de Fobos(una de las lunas de Marte) como principal puerto de enlace entre los viajes interplanetarios, de esta forma, los transbordadores y naves espaciales iban entre la Tierra y Marte mediante las colonias lunares y la estación de Fobos, sin necesidad de bajar al planeta o acercarse demasiado al campo gravitacional de alguno de ellos.

Para el siglo XIII Marte era una de las colonias más desarrolladas, con múltiples ciudades e instalaciones diseminadas por todo el planeta. El siglo XIII marca también un punto de división, fue el momento en que estalló uno de los más grandes conflictos de la humanidad que afecto considerablemente a sus colonias, fue en ese conflicto en el que la humanidad se dividió en tres poderosos grupos de poder que continuamente luchaban entre sí. A consecuencia de la guerra, las colonias se vieron afectadas, la luna no pudo escapar de la guerra y se vio envuelta, pero Marte y la colonia de Minos se separaron definitivamente de la tierra y se constituyeron como un ente políticamente independiente, aunque a la final terminaron vinculándose con uno de los tres bloques terrestres.

Así, de esta forma, el desarrollo espacial más allá del cinturón de asteroides quedó en manos de las colonias marcianas, en el siglo XIV comenzó la colonización de Júpiter, con las bases de Europa y Ganimedes, los principales satélites de Júpiter. Ganimedes, una luna sumamente activa volcánicamente, y Europa, un océano congelado en donde el agua finalmente dejó de procesarse para extraerse sin miedo como un recurso natural y así surtir a las estaciones externas del sistema solar. pasó casi un siglo más hasta que las colonias de Júpiter fueran independientes de Marte en cuestión de recursos, las extremas condiciones gravitacionales del sistema del gigante gaseoso trajeron como consecuencia la ultima gran revolución en cuanto a ingeniería genética.

La colonización de Saturno sufrió un destino similar, salvo que sólo se tomó una colonia en la gigantesca luna de Titán, en colaboración esta vez con las naciones terrestres. El último paso, y lo más lejos que llegaron las colonias, fue a Neptuno, las sorprendentes colonias de Neptuno fueron desarrolladas con la tecnología más avanzada de que se tuviera conocimiento, habían nacido en un principio como un proyecto estrictamente científico, pero a la larga, se logró un optimo desarrollo de la raza humana en el interior del planeta, debido a las condiciones climáticas y gravitacionales: Neptuno tenía un cielo relativamente azul. Esto finalmente se logró en el siglo XXVI.

El siglo XXVII estalló la primera guerra espacial: las colonias del sistema solar exterior se separaron definitivamente, Marte se dividió en dos grandes naciones, luego las colonias del sistema exterior se fragmentaron una vez más en una nueva guerra y surgieron dos grandes naciones: una república en Neptuno, y una federación en los gigantes gaseosos.

En el siglo XXVIII surgió la poderosa estación espacial de Galadros, la más grande de todo el sistema solar, ubicada en las orbitas exteriores de Júpiter y más tarde nacería también la colonia de Andromeda, perteneciente a Neptuno, un conjunto de estaciones espaciales rotacionales de gran envergadura. El siglo XXIX depararía una gran sorpresa para la raza humana, una vez más. En ese siglo estalló una nueva guerra, producto de la mayor catástrofe espacial desde la guerra del siglo XXIII, una catástrofe que daría inicio a una nueva guerra espacial.

Link de descarga directa:

miércoles, 11 de agosto de 2010

El preludio de la tormenta (Noticias)

Bueno, creo que ya está bien, creo que esto es lo mejor que puedo hacer con el diseño, espero que de verdad les guste xDDDDDDDDDDDD
Bueno, es mejor comenzar con la publicación del capítulo 1, antes que nada debo decir que esta temporada es algo así como el preludio de la tormenta, la primera vez que empecé a publicar la historia comenzó cuando ya la guerra había estallado, la destrucción de la estación espacial andrómeda se había consumado, y ya todo era un desastre, muchos de los personajes ya aparecían, pero esta primera temporada de la re-edición nos traslada a los días previos a la destrucción de las colonias de la Estación Andrómeda, nos explica cómo se llegó a ese desastre, claro, con unas cuantas variaciones con respecto a la primera historia, se hicieron unas correcciones al guión xD
En fin, lo que quiero decir es que publicaremos el capítulo 1, un recuento de cómo la raza humana llegó a la colonización del sistema solar!

martes, 10 de agosto de 2010

Más noticias!!!

Bueno muchachos, me alegra decir que todo va en proceso y marcha bien, aunque me da algo de lala diseñar la portada del blog, pero haré el intento jejejeje acepto ayudas bondadosas o piadosas de cualquiera que sepa diseño grafico o que maneje el photoshop mejor que yo xDDDDDDDD
La primera temporada va casi por la mitad, el guión ya está escrito, el final y todo ya está decidido, tendrá un total de 12 capítulos, de los cuales 5 ya tienen nombre... y Sí!!! cada capítulo estará titulado y todo jejejejeje, quizás publique la lista de capítulos, total, decir el nombre del capi no les dará ni idea de lo que puede pasar, al contrario, para entender el nombre tienes que leer el capitulo xD Espero comenzar a publicar esta semana, trataré de incluir un link en descarga directa con una versión en PDF de cada capítulo también, si me es posible... me esforzaré lo mejor que pueda en el diseño xD
Bueno, me despido, hasta la próxima!!! Cualquier cosa comenten, ya sea en la entrada del blog o en el chat, Sayonara!!!

viernes, 6 de agosto de 2010

Volvemos a la carga!!!

Bueno, así es!! Me complace avisar que volvemos sobre la carga, ya empezamos con unas pequeñas remodelaciones sobre el blog en cuestiones de diseño, pero continuaremos. Debo hacer notar que no volveremos sobre lo que habíamos escrito, empezaré con una re-edición completa de la historia, la cual ya está en progreso, he cambiado el formato y se hará por temporadas, en estos momentos estoy escribiendo la primera temporada, aún no llego a la mitad de esta, creo, pero se terminará pronto, así que ténganlo por seguro, ya vuelve la historia, así que ya no tienen excusas para matarme si me ven en la calle... bueno, no tantas como antes xD